Millones de animales de granja sacrificados mientras la cadena de suministro de alimentos de EE.UU. se ahoga
Los cierres de mataderos relacionados con el Covid en los Estados Unidos están provocando temores de escasez de carne y de aumento de los precios, mientras que los agricultores se ven obligados a considerar la “despoblación” de sus animales.
Más de 20 mataderos se han visto obligados a cerrar, aunque algunos han reabierto posteriormente. El martes el Presidente Trump emitió una orden ejecutiva para mantener abiertos los mataderos que, según dijo, ayudaría a resolver los problemas de responsabilidad de las empresas cárnicas.
Al menos dos millones de animales ya han sido sacrificados en las granjas, y se espera que ese número aumente. Los métodos aprobados para el sacrificio de aves de corral incluyen la asfixia lenta cubriéndolas con espuma, o cerrando la ventilación de los establos.
Un aviso a nivel nacional emitido el viernes pasado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y el Servicio de Inspección de Salud Animal y Vegetal dijo que los veterinarios del estado y los funcionarios del gobierno estarían listos para ayudar con los sacrificios, o la “despoblación”, si no se pudieran encontrar alternativas.
La advertencia fue descrita por Leah Garcés, presidenta de la organización de bienestar animal estadounidense Mercy for Animals, como una clara indicación de una emergencia nacional de animales de granja. Garcés dijo al Guardián que los pollos son los que corren más riesgo, seguidos por los lechones. “Los pollos son criados para un crecimiento rápido y están destinados a ser sacrificados entre 42 y 47 días. Después de eso mueren.”
Los líderes políticos de Iowa -el mayor estado productor de cerdos de los Estados Unidos- han advertido que los productores podrían verse obligados a matar 700.000 cerdos a la semana debido a la desaceleración o el cierre de las plantas de carne. La situación se ha visto agravada por la consolidación dentro del sector, ya que el número de plantas de carne se ha reducido a la mitad en 45 años.
Una carta del 8 de abril del productor de pollos Allen Harim, vista como una foto del Guardian, decía que a partir del 10 de abril la compañía “comenzará a despoblar las bandadas en el campo”. La carta continúa diciendo a los granjeros contratados que “los productores, cuyas bandadas despoblamos, serán justamente compensados”. Fue firmada por Michele V Minton, director de las operaciones en vivo.
En respuesta a los informes de que ya se han matado casi 2 millones de pollos, el organismo comercial Delmarva Poultry Industry (DPI) dijo a los medios locales que los métodos utilizados para “despoblar” las bandadas son aceptados por la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA).
En una carta de este mes a las principales compañías avícolas, Mercy for Animals llamó inhumanos a los métodos de sacrificio de la AVMA, que incluyen generadores de espuma a base de agua, gasificación de toda la nave y cierre de la ventilación.
Espumar significa cubrir a las gallinas con una capa de espuma que bloquea sus vías respiratorias, sofocándolas gradualmente durante varios minutos. El cierre de la ventilación, mientras tanto, aunque descrito por la AVMA como “no preferido”, es una de las opciones más crueles, pero más baratas, dijo Garcés. “Apagar los sistemas de ventilación de los gallineros significa que los animales mueren por fallo de órganos debido al sobrecalentamiento, ya que las temperaturas suben rápidamente”.
Un portavoz de la AVMA dijo que las directrices enumeran varios métodos de despoblación que pueden considerarse en situaciones de emergencia. “Cada decisión de despoblar animales es única, y los innumerables factores que rodean esa decisión y esos animales deben considerarse caso por caso para determinar el método más apropiado en esa situación, teniendo en cuenta en la mayor medida posible el bienestar de los animales”.
Tyson Foods, uno de los mayores productores de carne de Estados Unidos, ha cerrado o reducido la producción en varias instalaciones en todo el país, incluida una planta de procesamiento de carne de cerdo en Iowa, donde varios trabajadores dieron positivo en Covid-19. Las plantas de Tyson en Texas e Indiana también cerraron. Otras instalaciones, incluyendo una planta de cerdo de Smithfield Foods en Dakota del Sur, y una planta de carne de res de JBS en Wisconsin, han anunciado cierres temporales.
La crisis también ha afectado a empresas encargadas de ofrecer suministros a granjas, como básculas ganaderas y piensos para animales de granja, así lo han reflejado en una publicación realizada en el blog de la UCM.
El domingo el presidente de Tyson, John Tyson, advirtió en un blog que: “Además de la escasez de carne, este es un grave problema de desperdicio de alimentos. Los granjeros de todo el país simplemente no tendrán donde vender su ganado para ser procesado, cuando podrían haber alimentado a la nación. Millones de animales — pollos, cerdos y ganado — serán despoblados debido al cierre de nuestras instalaciones de procesamiento. La cadena de suministro de alimentos se está rompiendo”.
En una declaración del 14 de abril, el presidente del Consejo Nacional de Productores de Cerdo (NPPC), Howard Roth, dijo que la combinación de suspensiones de restaurantes y mataderos significaba que los cerdos “están retrocediendo en granjas sin ningún lugar a donde ir, dejando a los granjeros con trágicas decisiones que tomar [porque] los criadores de cerdos no tienen a donde mover sus cerdos”.
Un portavoz del NPPC dijo: “En el tema de la eutanasia, nuestros agricultores se centran en hacer lo correcto para sus animales y empleados, mientras crían alimentos para los consumidores. La eutanasia es siempre un devastador último recurso para cualquier granjero. Sin embargo, cuando los granjeros no pueden enviar cerdos al mercado, los establos pueden llegar a estar superpoblados, lo que limita el acceso a los alimentos y al agua y presenta importantes desafíos para el bienestar de los animales. Los granjeros que representamos creen que no es ético permitir que ningún animal sufra”.
Se reconoce que los mataderos son el punto vulnerable en la cadena de suministro de carne. Una enorme consolidación en las últimas décadas significa que tanto los EE.UU. como la UE tienen menos plantas de procesamiento de carne, más grandes.
Cuando una sola planta de carne de Tyson de EE.UU. fue cerrada por un incendio el verano pasado, causó una conmoción en el mercado que algunos llamaron “históricamente significativa”. Los márgenes de las canales de carne de vacuno se duplicaron, mientras que los precios de las reses vivas cayeron. Esto se debe a que los cierres significan que los granjeros no podrán llevar su ganado al matadero, y entonces se enfrentarán a costos inesperados en la alimentación y el cuidado.
“No es un sistema roto de ninguna manera”, dijo el analista senior de Agribusiness Intelligence en Memphis, Adam Speck.
“Es un evento del cisne negro. Hay cerdos disponibles. Estamos llenos hasta el borde. Pero cuando bajamos un 23% en la capacidad de cosecha de cerdos y no podemos procesar a tasas normales, entonces la única opción es despoblar.”
“Los pollos tienen una vida súper corta. Tengo entendido que empezaron a sacrificarlos en la segunda semana de abril y que la matanza ya debe ser de millones. Podríamos estar abajo del 10% de la disponibilidad actual de pollos.”
“Será doloroso durante las próximas semanas hasta mediados de mayo, cuando se espera que las plantas de procesamiento comiencen a funcionar de nuevo”.
En Europa, en cambio, la situación parece invertirse, ya que los mataderos permanecen abiertos y los criadores intensivos de cerdos y aves de corral se benefician de las juergas de compras para la cocina casera.
“La principal causa de los problemas de la cadena de suministro en los Estados Unidos parece ser el Covid-19 y el número de trabajadores enfermos en los mataderos”, dijo el profesor Peter Sandøe del Departamento de Economía de los Alimentos y los Recursos de la Universidad de Copenhague.
En Dinamarca, uno de los principales exportadores europeos de carne de cerdo y pollo, los mataderos siguen funcionando y “los criadores intensivos de cerdos y aves de corral están bien gracias a las demandas de los consumidores tanto a nivel local como en los países a los que exportamos”, dijo Sandøe.
En el Reino Unido la situación parece ser similar. “La ironía es que los agricultores más pequeños y sostenibles son los más afectados, mientras que los supermercados del Reino Unido se abastecen de la carne de cerdo y de ave más barata y de cría intensiva”, dijo Patrick Holden, productor de lácteos y fundador del Sustainable Food Trust.
